Personalidad

Parte II

Percepción o relación con el tiempo

Para la personalidad el tiempo es un recurso limitado, donde todo tiene un plazo o lapso para obtener resultados o alcanzar metas como estudios, iniciar y terminar la vida laboral, independencia económica, establecer pareja, tener hijos, realizar amistades o emprender proyectos religiosos o espirituales. Incluso, a nuestro cuerpo lo percibimos como una máquina que con el tiempo irremediablemente se desgasta y se llena de achaques o enfermedades, razón por la cual ante cualquier alteración de los valores en la glucosa o subida o bajada de la tensión por distrés o alteraciones bioquímicas provocadas por las emociones, una vez que el medico nos anuncia que somos diabéticos o hipertensos, salimos del consultorio diciendo “yo soy diabético” o “yo soy hipertenso” donde realizamos una identificación o personalización con la enfermedad para toda la vida.

Para la personalidad tipo A el tiempo con respecto a las personas es igual que con los procesos, funciones y maquinas; es decir, debemos ser eficientes y efectivos porque es poco el tiempo que tenemos y; por esa misma razón, somos incompetente para escuchar y en ocasiones hasta para dormir, porque el unico afán es trabajar o mantenernos ocupados, donde veinticuatro horas son pocas. Sobreponemos los horarios a las personas. Vivimos con el eterno dilema de darle tiempo a lo urgente o a lo importante como muy bien lo detalla S. Covey en su libro Primero Lo Primero. Por eso tambien, en el mundo de las empresas, el libro novelado El Ejecutivo en un Minuto de K. Blanchard y S. Johnson se convirtió en un best – seller en los años ochenta; sin desconocer sus bondades en la previsión de objetivos, el elogio y reprimenda en la realización del trabajo.

La idea es que todo debe hacerse rápido, como solemos escuchar de los padres cuando se dirigen a los niños en momentos de vestirse, salir o realizar cualquier actividad y; después de adultos seguimos agitados porque todo tiene premura e incluso para dar un abrazo, una mirada, un beso y tener relaciones sexuales. Los grandes éxitos en creatividad e innovacion tecnológicos, la efectividad, productividad y milagros de la mercadotecnia en el mundo empresarial; año por año incrementan el presupuesto de la salud en los paises con mayor desarrollo; sobre todo en la atencion psicológica y psiquiátrica. Hoy todo es urgente, donde en lugar de disfrutar el tiempo somos victimas del dios Chronos. Somos adictos al tiempo y por eso no podemos descansar y relajarnos.

En la personalidad movemos el péndulo entre el pasado y el futuro en términos de logros o fracasos. Se regresa al pasado para sentirnos culpables, experimentar nostalgia, sacar cuenta de lo que nos hicieron o frenarnos en momentos de mucha “felicidad”. Cuando ponemos el péndulo en el futuro es solo para ver la oscuridad de la incertidumbre, sentir ansiedad o miedo a no llegar como siempre habíamos pensado. Ademas, se despierta el monstruo del pánico a la vejez porque la sociedad nos “hace creer” que con ella baja nuestro valor en el marcado. De hecho, hay personas que cuando cumplen cierta edad, entran en ataque de pánico porque piensan que estan cerca de la muerte o de la inutilidad. La edad se les convierte en un trauma de vida. No aceptamos la inseguridad de la vida y nos desgastamos en evitar la muerte que es lo más seguro que tenemos. En ocasiones anticipamos eventos trágicos o catastróficos cuando el pesimismo nos domina mentalmente. Si el presente no es otra cosa que un maravilloso regalo ¿ por qué nos saboteamos el derecho a disfrutarlo?