…”se deduce de manera potente, que convertirse en un mejor líder, es encontrar contextos auténticos en los cuales se pueda aprender los tipos de conductas sociales que refuerzan el sistema de circuitos sociales del cerebro. Es decir, liderar eficazmente, tiene que ver más con desarrollar un interés genuino en las personas y el talento para fomentar emociones positivas en aquellas personas, cuya cooperación y apoyo usted requiere; significa dominar situaciones, o incluso con dominar un conjunto de destrezas sociales…”
Daniel Goleman, 2008, Harvard Business Review
Bajo la modalidad tradicional de “mando y control o de la zanahoria y el garrote”, las organizaciones no han podido contrarrestar o evitar en el personal, aspectos como el surgimiento de la baja moral, desmotivación, deseos de conseguir una organización que lo valore mejor, huelgas, altas rotaciones, violencia, resistencia a los cambios, sabotajes, inhibición a la creatividad e innovación, escasa alineación y compromiso con la filosofía y visión estratégica del negocio u organización porque ya no son pertinentes a la era de la información y del conocimiento. Es un estilo de dirección que, solo se centra en la información, manejo de equipos, control de procesos y en resultados sin considerar de manera holística la Valia y complejidad del ser humano. Esta necesidad de un liderazgo centrado en principios y valores, ha surgido a partir de los eventos terroristas del 11 de Septiembre de 2001, de la experiencia de gobiernos autoritarios y totalitarios que han llevado a la total ruina a países y; de tantas empresas de carácter internacional, que se han declarado en quiebra, debido a comportamientos alejados de la rectitud e integridad de sus ejecutivos o ceguera insensible antes los cambios inminentes de un contexto cada vez más inestable, complejo y de mayor exigencia de comportamientos éticos.
Hoy, la capacitación en liderazgo se ha demostrado que tiene que ser totalmente distinta a la de carácter técnico – administrativo, porque se es sujeto y objeto al mismo tiempo de estudio, donde se necesita habilidad para el autoconocimiento o introspección, de aprendizaje, desaprendizaje y reaprendizaje. Solo así, se podría desarrollar o reforzar competencias en el auto liderazgo, para luego poder influir sobre la gente, a fin de que trabajen con alegría o entusiasmo en pro de objetivos para una visión y misión común, en un ambiente de cooperación y confianza. El ser humano podría nacer con ciertas cualidades genéticas para liderar, como se pensó por mucho tiempo, pero está demostrado que más que nacer, el líder se hace a través del aprendizaje; donde amerita responsabilidad con su mejoramiento personal, disposición para dominar su ego, con voluntad para trabajar de manera continua y asumir riesgos.
El propósito de un programa de formación integral sobre liderazgo (PIL) es cerrar brechas entre lo que hoy somos como líder y lo que aspiramos ser, para lo cual necesitamos humildad y voluntad en la interesante aventura del liderazgo espiritual en la era del conocimiento y la información. Así podríamos navegar con soltura en un contexto de turbulencia, relativista, utilitarista, con un ritmo acelerado de cambio y de modificaciones permanentes de los escenarios regionales y mundiales. Es un compromiso o desafío que requiere de procesos de formación muy rigurosos, continuos y sensibles a las necesidades históricas que, demandan los tiempos presentes y las nuevas generaciones con sus características muy particulares.
En organizaciones pequeñas y grandes, muchas personas que ocupan posiciones de liderazgo solo por antigüedad o éxito técnico – administrativo fracasan, debido a que se les exige habilidades de líder, donde difícilmente responderán, porque son competencias que se obtienen a través de modelos de aprendizaje muy diferentes al adiestramiento tradicional o a las requeridas para gerenciar. El liderazgo espiritual, como dice S. Covey representa la inteligencia mas importante porque sirve de orientación para todas las demás porque, está cimentado en hacer el bien o evitar hacer el mal.
Para adquirir y practicar habilidades sobre liderazgo espiritual se requiere de una capacitación en comunicación interpersonal, ética y moral, procesos sinérgicos o equipos de alto desempeño, planificación y dirección de reuniones, negociación y manejo de conflictos y técnica de entrevista para compartir resultados del desempeño. Para lograrlo se necesita de una disposición cultural de la empresa u organización y; dedicación de quienes estén interesados en mejorar su carácter en pro de un liderazgo global y ético, porque hay que identificar, desincorporar y reinstalar hábitos en el comportamiento integral del líder formal e informal.
La efectividad de este programa (PIL) de capacitación en liderazgo se obtuvo a través de una investigación de tipo correlacional explicativo, con un diseño cuasi experimental de carácter longitudinal, con una muestra de ocho (8) sujetos que, constituían un equipo de trabajo interdepartamental. La técnica de recolección de los datos fue por medio de dos encuestas, una como pre con noventa y ocho (98) ítems y una segunda como post de ciento un (101) ítems. Ambos cuestionarios tienen preguntas de diferentes modalidades (si/no, opciones múltiples) y otras según la escala tipo Likert. Los mismos fueron validados por diez (10) empleados de una empresa del área de salud.
Para realizar el vaciado y análisis de los resultados obtenidos de la aplicación de los instrumentos, se hizo por medio del programa estadístico SPSS 20. Se encontró un coeficiente de correlación de 0,994 lo cual indica que, entre la variable independiente (programa de capacitación) y la variable dependiente (desempeño) existe una relación de dependencia positiva. Al aplicar la prueba de comparación entre el pre y post se determinó un valor t=5,376. Además, se obtuvo una significancia bilateral de 0,001 lo que demuestra que existe una diferencia, estadísticamente significativa, entre el pre y post, determinando por lo tanto que, el programa de capacitación fue efectivo para modificar las competencias en liderazgo y trabajo en equipo.
Este artículo, más los que semanalmente iré publicando, forman parte del material de apoyo del PIL. Iniciaré con el módulo Aprendiendo a Comunicarme con Influencia.